lunedì 20 maggio 2013

Dritto avanti a te

Nasci. Cammina. Biascica. Dici mamma e poi papà. Impara a cadere. Nuota. Non affogare. Scegli la squadra del cuore. Vai a scuola. Leggi. Ascolta. Inizia a elucubrare. Scrivi. Correggi. Corri. Calcia un pallone.

Prendi per mano la tua vita. Lascia che il libero arbitrio dentro di te si ribelli al destino e alle circostanze, che sono la cornice del tuo autoritratto. Scegli tu i colori.



Prendi posizione. Non lo ying o lo yang. Non la destra o la sinistra. Non il sacro o il profano. Sii chiaro con te stesso perché gli altri non lo saranno mai con te. Sbaglia. Impara. Relazionati con gli altri. Cerca una strada. Torna indietro. Trova una ragazza. Trovane un'altra. Resta da solo.

Chiama a casa ogni tanto. Mangia male. Dormi poco. Esagera con il caffè. Non fare il letto la mattina. Non pagare la metro. Fila in bicicletta.

Accetta un lavoro. China il capo. Guarda il Capo. Sfida il Capo. Mandalo a fanculo. Riprenditi la tua vita. Riparti da zero. Parti.

Guarda sempre avanti, anche se poi finisci col cadere. Sputa sangue e rialzati. Grida. Sarai più forte di prima.

giovedì 16 maggio 2013

A tope, sin topes

Tras un periodo de malabares entre hospitales, salas de espera y butacas de trenes, esperando tiempos mejores, el frío invierno deja su huella como una navaja envenenada. No se quiere ir, el invierno. Y la primavera amaga pero no llega.

El favor del tiempo sigue sin dar señales, la lluvia gana su batalla eterna con el sol y hasta una mañana de mayo se parece más a una de diciembre, sobre todo cuando en la bici la falta de guantes deja tus manos heladas y tu aliento se condensa en el aire gris.

Los planes de un futuro inmediato se cruzan en la cabeza con los temores y las inseguridades. No puedes presumir de ayudas desde fuera, tienes que trazar tú mismo tu recorrido, inventarlo desde la nada e ir construyendo poco a poco los refugios para encontrar cobijo en los momentos más duros. "Cada hombre tiene que inventar su camino", decía Jean Paul Sartre.

La única vía es seguir el instinto, dejando de lado la racionalidad, porque razonar demasiado tapa las alas, no te deja ser lo que eres de verdad, lo que siempre has sido. El tiempo para quedarnos sentados, parados, atónitos y pasivos siempre sobrará. Entonces para que desgastar lo poco que nos queda solamente para rebuscar cosas adentro.


Pegar un grito es el primer paso. El siguiente es transformar las inquietudes en retos, para poderlos afrontar y ganar. No existen manuales de instrucciones, todo se hace paso a paso y el límite somos nosotros mismos. Tal vez no haya nada mejor que vivir a tope, pero sin topes.

domenica 12 maggio 2013

El talón de Aquiles

La voz mágica de mi abuela resonaba en la cocina mientras ella preparaba el té, le echaba azúcar y unas gotitas de limón, provocando en mi una adición prematura a esta bebida. Aquel ritual de las tardes de un niño de 5,6 años era el momento más esperado de mi infancia, con el humo del té y las galletas que acompañaban los relatos que más me han fascinado en toda mi vida. Nada de Caperucita Roja, Hansel y Gretel ni cosas de este palo.

Mi cara se iluminaba y mis ojos brillaban cuando mi abuela empezaba a relatarme historias milenarias, que el mismo Homero narraba con el énfasis de su voz. El destino infinito de Ulises, viajero por obligación divina, tras una guerra durada 10 años, se dibujaba en mi mente. Entre sirenas, brujas, mares en tormenta, acertijos y pruebas de inimaginable cordura, mi imaginación volaba. No hubiera podido pensar que aquellos cuentos podrían convertirse en algo parecido en mi vida real, cual ser humano como todos los demás.


Un barco y dos estrechos, recorriendo en pocos meses las extremidades de aquel viaje. Y el sonido de la voz de mi abuela resonando. De las columnas de Hércules al Bósforo, entre lágrimas y escalofríos, recorría yo algo que formó parte de mi época más inocente, donde los sueños eran fáciles de agarrar y morder hasta comerlos del todo. El recuerdo iba a otro cuento, el en que empezó todo, a orillas de la ciudad de Troya.

De un héroe mitológico a otro. Aquel Aquiles casi perfecto, cuya muerte llegó por una flecha envenenada en el talón, su único punto vulnerable. Este talón, en mi caso, lleva el mismo nombre de la figura que provocó la guerra de Troya. Un cuento en el cuento, como unas muñecas rusas. Tras los pasos de Ulises volví a Troya, cuando la guerra aún no había estallado pero el hechizo, a través de una mirada sin iguales de dos esmeraldos, ya había sido perpetrado.

Atónito y encantado. Como en un cuento, pero sin que nadie me lo narrara. Simplemente, viviendolo. Éste soy yo, ya con 29 años y no con 6, solo en una habitación y no en la cocina de mi abuela.

Seguir buscando Ítaca, como hacía Ulises, es el reto primordial. La flecha que atraviesa el talón de Aquiles, por su parte, duele pero no mata. Aún queda mucho recorrido, un largo mar para navegar. Sea como sea.



giovedì 2 maggio 2013

Machu Picchu

Il tempo è un concetto relativo. Un po' per tutti, nonostante i secondi, i minuti e le ore scorrano alla stessa maniera in qualsiasi angolo del mondo. Kapuscinski si rese conto che l'uomo può modellare il tempo secondo le proprie esigenze solo in posti come l'Africa, dove l'autobus non parte all'orario stabilito, ma quando si riempie.

Ognuno è apparentemente libero di impiegare il proprio tempo come meglio crede, sebbene risulti alquanto duro non lasciarsi travolgere dalle tormente che gli girano intorno. Provare a respingerne gli effetti è il primo passo verso una maturità che non sarà mai completa, ma si sviluppa poco a poco dentro di noi e con noi.

Perdere tempo a cercare una casa, l'ho fatto anche troppe volte. A vuoto, perché la casa è una sola. Non cambia mai, un po' come la squadra del cuore. La casa non è uno spazio compreso tra quattro mura, ma un luogo immenso o piccolo, pervaso di tutto ciò che ti ha fatto crescere, al quale prima o poi torni sempre, consapevole di poter percepire odori e suoni che porti con te in ogni momento, ma di cui periodicamente devi rinfrescare il ricordo. Un'alternativa è provare a costruire questa casa, partendo da solide basi. Non esiste un manuale di istruzioni per costruirla, è tutto un incrociarsi di circostanze, persone, momenti e sensazioni. Niente di più difficile.




L'errare pedissequo e inoltrato, che assomiglia a volte a un turismo continuo nel quale spesso la malinconia si alterna all'esaltazione, ha il potere di renderti più debole o più forte. L'assenza di personalità importanti al tuo fianco da un lato ti abbatte e dall'altro ti aiuta a sviluppare la tua sicurezza in te stesso. Gli ostacoli, come in una gara, si superano da soli, mentre altre presenze possono aiutarti, ma solo dal punto di vista emotivo, come se ti incitassero durante l'agone. Anche questo significa sentirsi a casa, credo.

La vita prima o poi si trasforma in polvere. E allora, nel dubbio, invece di una casa, sarà meglio cercare una montagna da scalare. Sperando di trovare più sollievo nell'ardua salita che in un'obbligata discesa a valle.